Hola a todos os voy a contar mi última
aventura, que ha sido la MARATÓN DE PIRINEUS, un trail de 42 km con un desnivel
positivo de casi 2700m.
Este artículo se lo dedico a todos aquellos
compañeros que se dedican a criticar mis crónicas porque no saben ellos no
saben.
Viernes 19 de septiembre de 201. COMIENZA LA
AVENTURA
Tras más de ocho meses de preparación, por fin ha llegado el momento, en la mañana de hoy cargamos el vehículo con todo lo necesario y más, mucho más y estamos a punto de emprender Javier y yo, Edu, nuestro viaje, pero antes decidimos ir a despedirnos de nuestro compañero de entrenamientos Mohibur, decidimos ir a almorzar con él para así salir con el estomago lleno.
Almorzamos con él y con Tomas en Ribarroja, últimos cambios de impresiones, estamos preocupados ya que anoche tuve un problema imprevisto, me dio una lumbalgia que esta mañana casi no puedo moverme, así que voy lleno de antiinflamatorios, y esperaremos a mañana a tomar una decisión.
Como siempre, no puede haber una salida de viaje sin que se nos olvide algo, en esta ocasión, se me ha olvidado el Camel-back, pieza importante, así que decidimos volver a mi casa a recogerlo. Por fin salimos hacía el valle del Cadí.
Llegamos a Bagá, impresionante, el pueblo está
tomado, el ambiente es tremendo, en un pueblo de 2000 habitantes, hoy hay otros
2000 corredores y sus acompañantes, yo diría que se triplica la población en
este fin de semana.
Tras recoger el dorsal, respectivas fotos, nos
dirigimos hacia nuestro hospedaje, un albergue hotel rural, situado en las
montañas a unos dos km de la carretera más cercana. Una vez instalados no
volveremos a Bagá para los briefing.
Asistimos a las reuniones de control y médicos,
cada vez tenemos más nervios, se respira el ambiente de la competición en cada
metro de las calles, conversamos con algunos corredores que nos cuentan sus
experiencias en otras carreras, algunas
imposibles para nosotros, yo diría que hasta esta es imposible para nosotros,
pues nos explican que es de las más duras, y que para ser la primera hemos
hecho una elección arriesgada. Esto, os aseguro, que no ayuda a templar
nuestros nervios.
Sábado 20 de septiembre de 2014, 7:00h. Nos
levantamos temprano para poder desayunar tranquilamente, bueno tranquilamente…,
vemos por la ventana una espesa niebla. Después de desayunar nos preparamos las
mochilas con todo el material obligatorio y el arsenal de barritas y geles que
llevamos para soportar el esfuerzo al que nos vamos a enfrentar. Aunque estoy
mucho mejor de mi lumbalgia, veremos con el paso de las horas y el peso de la
mochila si no se me carga más.
Ya estamos en la plaza preparados para la
salida, están contando los minutos que quedan, es impresionante la puntualidad
con la que se va a dar la salida. Y empieza la cuenta atrás, 10, 9…3,2,1,
comienza nuestro reto.
Llegamos al primer punto de avituallamiento,
M1, hemos subido el último tramo a buen ritmo, nos encontramos muy bien. Tras
hidratarnos y alimentarnos, seguimos hacía arriba, al llegar al M2 ya vemos que
no va a ser fácil, ahora todo parece cambiar, empieza la parte más dura de la
ascensión y ya llevamos muchos kilómetros en las piernas.
Son las 15:30 cuando llegamos a la cima han pasado cuatro horas y media para hacer 20km, estamos a más de 2500 metros de altitud, nos encontramos un poco mareados, altitud o esfuerzo? O ambas cosas. Aquí arriba hace mucho frio, nos tenemos que abrigar y nos dan caldito caliente, que bien entra, hablamos con los nuevos amigos que vamos haciendo, comentando que ya hemos llegado a lo más alto y también lo más duro, toca descender.
Y allá vamos, empezamos a correr, la pendiente es exagerada, en apenas un kilometro de distancia vamos a descender casi 500 metros en vertical. Corremos como podemos intentando no tropezar para no caer, pero nos estamos dejando los pies y los cuádriceps, de pronto, nos flaquean las piernas, no podemos aguantarnos, queda poco para un pequeño rellano donde podemos pararnos y recuperar el aliento.
Seguimos corriendo hasta llegar al punto M4, aquí nos hacen inspección de material, seguimos corriendo y de nuevo nos metemos por un bosque cruzando de un lado a otro un riachuelo, nuestras piernas están cansadas, Javi se queja ha metido los dos pies dentro del rio, ahora tendrá que seguir con los pies empapados, dice que lo ha hecho a propósito para comprobar lo rápido que se secan sus zapatillas, jajaja, volvemos a empalmar con nuestros amigos de Mallorca, del club Xendenguets, cruzamos un túnel y de nuevo a volver a subir, intentamos llevar un buen ritmo, pero el cansancio se nota mucho, de nuevo tenemos que tirar mano y sacar los palos de la mochila, nos cuesta mucho esfuerzo subir.
Llegamos al M5, km 33 último avituallamiento, solo nos queda un kilometro de subida y a partir de ahí toca bajar. Ya bajando dejamos la pista y nos metemos por dentro de un bosque y por un barranco lleno de piedras, árboles caídos, pedruscos, algunos difíciles de sobrepasar, vamos casi parados, da miedo, como os decía nuestras piernas están tan cansadas que no tenemos casi fuerzas y una caída aquí podría suponer rompernos algún hueso. De nuevo alcanzamos a los chicos del club Xendenguets, que nos habían dejado en el avituallamiento.
Por fin, llegamos a una zona prácticamente llana, quedan unos cinco kilómetros y por fin, podemos correr, esto es lo nuestro, adelantamos a los Xendenguets y se une a nosotros Eva y Roberto, que ya los habíamos conocido antes, siguen nuestro ritmo, pero parece que los kilómetros no pasen, ya oímos al speaker a lo lejos, esto nos motiva.
Dejamos la pista y nos metemos en el asfalto y ya vemos el arco de meta, último esfuerzo, dejamos que pase delante nuestra amiga Eva, que esprinta para hacerse la foto en solitario, qué máquina! Después de 42km y esprintando. Llegamos nos abrazamos todos, estamos emocionadísimos, con ganas de llorar pero no nos salen las lágrimas, LO HEMOS CONSEGUIDO, HEMOS LLEGADO. Momento emocionante, en el que nos acordamos de todos los que nos han apoyado en esto. Ocho horas y 18 minutos, casi nada.
El ambiente y el recorrido ha sido increíble, muy exigente, nos tiemblan las piernas, pero la preparación que llevábamos nos ha servido para llegar a la meta y muy orgullosos.
Para mí ha sido simplemente espectacular compartir esta experiencia con mi amigo Javi, los dos juntos desde que empezamos con esta idea hasta hoy, han sido muchas semanas de preparación, muchos nervios y sacrificio para llegar hasta aquí, pero algo irrepetible, GRACIAS POR TODO JAVI.
GRACIAS A JAVI, MOHIBUR, A TODOS LOS COMPAÑEROS QUE ME HABÉIS ANIMADO DURANTE TODO ESTE TIEMPO, PERO EN ESPECIAL EL RECUERDO DE MIS NIÑOS Y A MI CHICA, GRACIAS POR EL APOYO.
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